¿Cuáles son los cuidados después de un raspado dental? Antes de responder a la pregunta, vamos a ponernos en situación…
Más del 50 por ciento de la población adulta presenta algún tipo de enfermedad de la encías. Para estas personas, las medidas de higiene bucodental convencionales y las limpiezas profesionales anuales no bastan para mantener su boca en un estado de salud adecuado.
En estos casos se hace necesario un tratamiento periodontal más completo que, según la fase de la enfermedad periodontal, puede ir desde el raspado dental hasta la cirugía periodontal.
¿Qué es el raspado dental?
El raspado y alisado radicular, popularmente conocido como raspado dental o curetaje dental, es el procedimiento básico del tratamiento de la enfermedad periodontal. Consiste en la eliminación mecánica de la placa bacteriana y del sarro acumulado en el surco gingival y en las bolsas periodontales que se forman en la evolución de la periodontitis.
La eliminación de placa dental se realiza en la clínica dental a través de instrumental ultrasónico, fresas específicas, pulverizadores de bicarbonato o polvo de glicina y, especialmente, de instrumentos que se emplean manualmente y que son conocidos como “curetas”.
Las curetas tienen diseños específicos para adaptarse al contorno de la raíz: una cara activa para arrancar los depósitos bacterianos de su superficie y una cara inactiva atraumática contorneada para evitar la lesión de la encía.
El raspado y alisado radicular incluye, además de una limpieza dental profunda, una sesión de pulido y alisado de la superficie de la raíz, cuyo objetivo es dificultar la nueva acumulación de restos y bacterias en la raíz ya higienizada.
El raspado y alisado se realiza generalmente con anestesia local en sesiones de duración variable según las características del caso, número de piezas presentes en la cavidad oral, severidad de la enfermedad, etc.
Las manipulaciones que conlleva el raspado dental son indoloras, ya que se realizan con anestesia, pero los movimientos para la extirpación de las bacterias periodontopatógenas pueden ser desagradables para algunos pacientes. En estos casos, se puede recurrir a algún tipo de sedación complementaria.
¿Cómo es el procedimiento en un raspado dental?
Un buen tratamiento de raspado y alisado radicular debe apoyarse en la realización previa o simultánea de un sondaje periodontal completo, es decir, de la medición con una sonda calibrada del surco de la encía, que nos proporcionará la información sobre dónde esta la inserción real de la encía sobre el diente.
El sondaje periodontal es un procedimiento diagnóstico que nos deja un mapa completo de la anatomía gingival y que nos mostrará las zonas donde más se debe insistir en la limpieza.
El raspado dental está indicado tanto en los momentos iniciales de la enfermedad periodontal como durante la fase de mantenimiento.
El objetivo en la fase inicial es conseguir inactivar la enfermedad, eliminado la etiología bacteriana de la misma. Para tener éxito, por supuesto, debe insistirse también en otros aspectos que influyen en el desarrollo de la enfermedad, como la salud general, el estrés o el tabaquismo.
En ocasiones, se recomienda complementar el raspado dental con tratamientos antimicrobianos sistémicos (antibióticos) y colutorios o pastas dentales especiales para la encía.
Cuando se utiliza el raspado y alisado en la fase de mantenimiento, las sesiones son generalmente menos intensas y se concentran en las piezas dentarias donde o se detecta inflación y signos de actividad de la enfermedad.
Si la enfermedad está muy avanzada o es agresiva, el curetaje sirve además para preparar los tejidos gingivales para la cirugía periodontal que seguirá a los raspados.
La evaluación del efecto del raspado y alisado se realiza a las semanas del mismo. Para ello, observamos tanto las modificaciones del surco gingival, a través de un nuevo sondaje, como la persistencia o no de síntomas como el sangrado gingival o la inflamación.
¿Qué hacer tras un raspado dental?
1. En las horas posteriores al raspado y alisado radicular se pueden experimentar molestias leves que se controlarán adecuadamente con fármacos de tipo analgésico y antinflamatorio prescritos por el odontólogo.
2. Las maniobras de higiene oral se reanudarán inmediatamente después del raspado, incluyendo el cepillado de dientes.
3. Los primeros días se puede utilizar un cepillo extra suave para cepillarse los dientes en la zona del raspado, pero en seguida deben mantenerse las normas de higiene dental habituales, incluyendo el hilo dental, cepillo interdental, etc.
4. Algunos productos como los geles de ácido hialurónico y clorhexidina, utilizados dentro de las 48 horas siguientes al raspado, podrían ayudar a acelerar la curación de la encía.
5. Es frecuente el aumento de sensibilidad dentinaria (dolor transitorio al comer alimentos fríos, calientes y dulces) después del raspado y alisado, producido por la eliminación de cemento radicular y la apertura de túbulos dentinarios.
Lo normal es que la sensibilidad se vaya estabilizando por sí misma en unos cuantos días. Además, existen pastas de dientes y colutorios específicos para este problema.