Estoy convencido de que ser un buen dentista requiere conocer todas las áreas de la Odontología y tener una visión integradora de los tratamientos, pero, por encima de todas las cosas, exige tener un compromiso real con tus pacientes.

Es ese compromiso con mis pacientes el que me lleva a escuchar con atención sus necesidades, sus deseos y sus preocupaciones, y el que me ha animado durante mis más de 20 años de andadura profesional a seguir estudiando y a formarme de manera continua.

A lo largo de estas dos décadas me he especializado en Cirugía Bucal, Regeneración Ósea e Implantología.

Durante los últimos años he puesto mis esfuerzos en ampliar mis conocimientos en Ortopedia Dentofacial y Ortodoncia para poder ofrecer una atención adecuada e integral a todos mis pacientes, en especial a los más jóvenes, ya que, si interceptamos los problemas de crecimiento de los maxilares o las anomalías de la oclusión a estas edades, y además somos capaces de instaurar unos hábitos saludables, conseguiremos tener caras armónicas y bocas sanas para toda la vida.

Ahora, junto con mi equipo, estoy inmerso en la incorporación y protocolización de la odontología digital en la clínica, ya que nos proporciona herramientas muy útiles para aumentar la precisión, la rapidez y la calidad de los diagnósticos y de los tratamientos dentales.

Pero esta labor de actualización permanente no tendría sentido si no fuera porque luego se traduce en soluciones que mejoran la vida de los pacientes, es decir, en tratamientos que les permiten estar sanos, comer y sonreír y, como consecuencia, sentirse a gusto y seguros de sí mismos. Esa es nuestra mayor satisfacción.